Me acostumbro a envejecer, es el oficio más
difícil del mundo...
Me acostumbro a envejecer, es el oficio más
difícil del mundo,
llamar a las puertas por última vez,
la separación para siempre.
Horas que corréis, corréis, corréis...
Trato de comprender a costa de dejar de
creer.
Te iba a decir una palabra pero no pude.
En mi mundo el sabor de un pitillo por la
mañana
con el estómago vacío.
La muerte antes de llegar me envió su
soledad.
Envidio a los que no se dan cuenta de que
envejecen,
tan ocupados están con sus cosas.
12 de enero de 1963
De Últimos poemas 1959-1960
Versión de Fernando García Burillo
SOBRE LAS LLUVIAS RADIACTIVAS...
Cerrad bien las ventanas
no dejéis a los niños en la calle
las lluvias llevan la muerte a las semillas
llueve podredumbre.
Hay que limpiar las lluvias
hay que sacar brillo de nuevo a la lluvia
como si fuera plata
que las lluvias lleven de nuevo nada más
que el sol a las semillas
que los niños puedan correr de nuevo bajo
la lluvia
y que podamos abrir de nuevo las ventanas a
la lluvia.
Trad. Fernando García Burillo y Çagla
Soykan