Durmiendo de día
al abrir los ojos
los sueños se pierden
como una descarga eléctrica
y el humo que sale de mis
pestañas
se desvanece con los
fantasmas en la luz
duermo de día
espero la noche
mi cama se niega a soltarme
con sus frazadas me atrapa
tomando la forma de mi cuerpo
despertar solo
es como perderse en un
desierto
el agua que crees ver
no es más que la misma arena
que te raspa la garganta
pero al lado de tu cuerpo
la naturaleza es aun más
salvaje
y tengo ganas
de que cada respiración
sea como un tornado
que vuelve a enredarme los
cabellos
Hospital naval
la embarcación de cemento
sobre el asfalto se muestra
impotente
y ni los vientos más
tormentosos pueden moverlo
en sus ventanas esféricas
el afuera se refleja
como giros sucesivos
las chicas de traje blanco
y guantes acrílicos
nos incrustan sus jeringas
cargadas de anestesia
mientras mis venas absorben
el suero
me veo aislado en este navío
como uno de los muchos
tripulantes
que aguardan echados en camas
altas
para irse nadando en un sueño
o salir caminando
La resignación
como miembro vitalicio
de la clase laboral
me resigno a estar en el
mostrador
saludando cordialmente a los
parroquianos
pero les confieso:
me gustaría ser el hijo de Al
Capone
vivir de su patrimonio
apadrinando fiestas
indecorosas
dándole de beber
a cualquier sediento
cansado
Avísame si algo te pica
que yo puedo con mucho gusto
ir a rascarte
si la noche está muy oscura
y se te antojan dulces
con almendras y frutos raros
de mi bosque
puedes encantarte
deja de pensar en quien tiene
la espada
más filosa
y disfruta como te peino los
cabellos
Entre los cuadros de vidrio
que reflejan brillo halógeno
esta ella con su traje
espacial
queriendo poseer las melodías
con ganas de acercarse
los amos de las luces
danzan a su alrededor
pero no la miran
tratando de hacerle creer
que le son indiferentes
segura de no acalorarse
ella se adorna
con movimientos
dóciles y audaces
para después devorar
al más sensible
Hilando nuestro goce
pétalo por pétalo
deshojo las flores de tu
vestido
dejando los trocitos de
algodón
deshilándose entre mis dedos
despojándose del jardín
tejido
para que aflores amazónica
ante mis ojos
De Céfiro labial (Huesos de
Hibia, 2011)